martes, 5 de abril de 2011

MOVIMIENTOSA MASIVOS.

Movimientos masivos.

Son movimientos en masa aquellos que desplazan grandes volúmenes de material a lo largo de las pendientes. Se agrupan en dos modalidades: los deslizamientos y la solifluxión. Este fenómeno necesita de un agente externo que lo ponga en marcha: el agua.
 Como ya hemos comentado, no tiene necesariamente porqué ser el agua aunque suele encontrase implicada. Un terremoto, por ejemplo, puede dar lugar a un movimiento masivo de tierras.
 Deslizamientos
Los deslizamientos consisten en un descenso masivo y relativamente rápido, a veces de carácter catastrófico, de materiales, a lo largo de una pendiente. El material se mueve como una masa única, no como varios elementos que se mueven a la vez. El deslizamiento se efectúa a lo largo de una superficie de deslizamiento, o plano de cizalla, que facilita la acción de la gravedad. Esta superficie se crea por la absorción de agua a una profundidad determinada, lo que implica un cambio de densidad de la capa subyacente que es lo que provoca la existencia de un plano de deslizamiento. Afecta tanto a tierras poco compactas como a rocas. Los deslizamientos de tierra afectan a material meteorizado y poco compacto, que carece de debilidades estructurales. La superficie de deslizamiento aparece sobre un basamento arcilloso saturado de agua. Esta superficie de deslizamiento se crea a lo largo de períodos dilatados de tiempo, el suficiente como para que una determinada capa arcillosa absorba el agua necesaria para permitir el deslizamiento del material superior. Son capas arcillosas las que, generalmente, funcionan como superficies de deslizamiento, por su capacidad para retener el agua.
 Dependiendo de la profundidad a la que se encuentre la superficie de deslizamiento el movimiento en masa puede ser superficial, y que afecta a poco volumen, o  profundo, y que afecta a grandes volúmenes. En este caso presenta un perfil cóncavo que imprime a la masa, en el deslizamiento, un movimiento de rotación.  Los deslizamientos también pueden afectar a rocas compactas, si en ellas se encuentra una discontinuidad que funcione como superficie de deslizamiento, también se llaman deslizamientos en lámina o en capas. En la roca debe encontrarse una fisura que al alterarse y humedecerse, el plano en el que se encuentra, permite el deslizamiento de la parte superior de la roca, a lo largo de la pendiente, por gravedad. Este fenómeno es propio de las regiones de montaña húmeda. Puede desencadenarse por una labor de zapa en la base.




La descripción parece un poco confusa ya que comienza hablando de suelos (aunque no lo diga) y la necesidad del agua. Aclaremos que las arcillas, al empaparse de agua, pueden pasar por distintos tipos de comportamiento: sólido, semisólido, plástico y líquido, y al seguir esa secuencia, resulta fácil comprender el porqué de que el material superior se desplace fácilmente ladera abajo. Se trata de los denominados “Límites de Aterberg”. Digamos de paso que la frase “zapa por la base” puede ser antrópicamente inducida, por ejemplo, al realizar infraestructuras viarias, como carreteras. De ahí la importancia de un cuidadoso diseño de las mismas, así como de reforzar las “zapas” de mayor riesgo mediante alguno de los diferentes procedimientos que bien conocen los ingenieros civiles. Resulta obvio que el terreno necesita ser fisiográficamente abrupto, auque a veces basta una superficie moderadamente ondulada

No hay comentarios:

Publicar un comentario